La Casa Museo Trude Sojka se dedica principalmente a la educación para reconectarnos con la/nuestra propia naturaleza a través del arte, mediante las visitas guiadas y talleres. Entre otros, se destacan los talleres con elementos naturales (tierras, hojas, pegamentos naturales, especias…). El museo es un memorial del Holocausto, que nos recuerda que este evento traumático cambió al mundo, y lo industrializó aún más, provocando más basura y desastres que afectaron a la naturaleza y al humano (somos naturaleza). Además, tenemos al jardín como sala de exposición para demostrar que ser sostenible en la ciudad es posible. Contamos con un huerto, mini bosque de árboles nativos y varias composteras, que son muchas veces llenadas con restos de poda de los jardines del barrio La Floresta